jueves, 28 de abril de 2011

No es asunto de "Shopaholics"

Imagen tomada de:
http://cuandoseaspequenita.blogspot.com/2009/11/espejito-espejito-magico.html
No se si a alguien le ha pasado pero, en los últimos días me sentía liada, confundida y cansada de mi misma. Estoy en una de esas épocas en las que un día te sientes espectacular, segura de ti misma, feliz con tu persona, y al otro simplemente estas desilusionada, vagando en la expectativa, buscando esa "chispa" que te caracteriza y te hace ser tú.
Sí, son esas épocas raras de altibajos en las que no se que esperar para el siguiente día.
Y hoy, hoy me sentí mejor... Hoy, fui de compras.
Lo se, suena vano, superficial, compulsivo, grotesco, una manera horrenda, superflua y materialista de controlar tu estado de ánimo y siendo sincera me siento pésimo diciéndolo.
Y después de mi día de compras, ¿Les digo que traje a casa?
NADA.
Entonces, si no es la sensación de adquisición la que me da felicidad, como cualquier persona pensaría
¿Qué es lo que hizo el cambio?
No, no es el hecho de que "me gusta estar a la moda" o ame las cosas materiales. No, no es eso.
Entonces, ¿Qué es?
Lo que me gusta de ir de compras es que al llegar a la tienda, tomo todo, sí absolutamente todo:
Lo que me gusta y lo que aborrezco,
lo que siempre he soñado usar y lo que sólo en una pesadilla usaría,
esas prendas que son muy mi estilo y las que no tienen nada que ver conmigo,
las que favorecen mi cuerpo o las que me hacen ver "chaparrita" y "cuadradita",
aquellas que resaltan mis mejores rasgos y con las que parezco payaso.
Sí, pruebo todo, es una sensación similar a escribir. Es explorar, es entrar a ese cubículo con espejos, donde solo estas tú, tu reflejo y una posibilidad infinita de personalidades que puedes hacer tuyas con cambiar una blusa o un pantalón. Es eso, olvidar quien eres y tratar de ser alguien más, sentir que tienes la libertad bajo aquellos cuatro muros y frente al espejo de probar todo sin esperar nada, de mirarte sin prejuicios, sin pensar, sin predecir el "Que dirá la gente de ti al salir a la calle".
Es intentarlo todo, cambiar, probar, extinguir todas las posibilidades.
Y al final darte cuenta, de por qué haz elegido ser como eres, de por qué te vistes y actúas como lo haces, de por que tienes ese estilo y lo haz hecho tuyo.
De por qué eres única y nunca pensarías cambiar. Te recuerdas que te amas y que jamás cambiarías, que por nada del mundo alterarías un centímetro de ti.
Es rectificar que lo que haz elegido lo hiciste por que es lo que va contigo y lo que buscas es lo que deseas sea parte de aquel futuro que anhelas.
Al final, te decides: Te amas tal cual eres, por el simple hecho de ser tú.

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