martes, 31 de mayo de 2011

La isla de los sentimientos

http://capitanteniente.wordpress.com/2006/08/30/la-isla-de-los-sentimientos/

 " Erase una vez una isla donde habitaban todos los sentimientos: La alegría, la tristeza y muchos más, incluyendo el Amor. Un día les fue avisado a los moradores que la isla se iba a hundir. Todos los sentimientos se apresuraron a salir de la isla, se metieron en sus barcos y se prepararon a partir, pero el Amor se quedó, porque se quería quedar un rato más con la isla que tanto amaba antes de que se hundiese. Cuando por fin ya estaba casi ahogado, el Amor comenzó a pedir ayuda. En eso venía la Riqueza y el Amor le dijo: Riqueza llévame contigo. No puedo – le contestó – hay mucho oro y plata en mi barco, No tengo espacio para tí. Entonces el Amor le pidió ayuda a la Vanidad: por favor ayúdame. La vanidad le dijo: no te puedo llevar tu estás todo mojado, Vas a arruinar mi barco nuevo. El Amor le pidió ayuda a la Tristeza: Tristeza me dejas ir contigo?. Ella le respondió: Ay !! Amor estoy tan triste que prefiero estar solita. También paso la Alegría, pero ella estaba tan alegre, que no oyó el Amor llamar. Allí fue cuando una voz le llamó; ven Amor yo te llevo, era un viejito, pero el Amor estaba tan feliz que se le olvidó preguntarle su nombre. Al llegar a tierra firme le pregunto a la sabiduría: Sabiduría, ¿ quién era el viejito que me trajo aquí ? Ella respondió: era el Tiempo. ¿ El Tiempo ? preguntó el Amor, pero, ¿ porqué solo el Tiempo me quiso traer ?. La Sabiduría le respondió: Porque solo el tiempo es capaz de ayudar a entender un gran Amor..."
http://www.leonismoargentino.com.ar/RefIsla.htm

Esta tarde encontré esta historia mientras navegaba por internet y me ayudo a comprender muchas cosas sobre uno de los sentimientos más profundos y desquisiantes. Ya lo he mencionado, creo que el amor es esencial en cualquier vida, más aún, creo que el amor es el creador de cualquier vida, cualquier historia, pero más importante, es tan sólo el tiempo el que nos da la sabiduría de entender el misterio del amor. Sólo el tiempo nos ayuda a comprender su magnitud, y aquella teoría de prueba y error nos enseña que el verdadero amor es paciente, espera y aprende, no divaga, busca bienestar, pero no el propio. Tan solo el tiempo nos ayuda a encontrar la verdadera esencia del amor, al verdadero amor. Y es el tiempo, el que decide si lo que tenemos enfrente es amor. Cada vez veo más y más a menudo declaraciones de amor en tiempo record y lo único que puedo pensar es que  la mayoría de esos  "Te amo" vienen siendo más bien pura habladuría, la gente ansía escuchar esas dos palabras, mata por hacerlo y ahora se ha vuelto tan común, tan fácil que se a devaluado, no lo dudo, puede comenzar el amor entre aquellas dos personas que lo declaran, pero para proclamar amor, se necesita tiempo y sabiduría, se necesita un dominio total de uno mismo y los sentimientos, la madurez suficiente para entender que es en verdad el amor.

jueves, 26 de mayo de 2011

Tu sendero

http://www.fondos10.net/wp-content/uploads/2010/05/Camino-al-sol.jpg

Parada en lo alto de mi montaña, tengo la posibilidad de ver para atrás, veo los pasos que ya he recorrido  y aquel sendero que yo he construido. Veo también su aspecto irregular, sus giros cerrados de izquierda a derecha, con un paso intrincado, diferente, a veces titubeante y otras  recto y firme, podía ver en ese sendero también todas las rocas que se habían puesto frente a mi y que ahora se encontraban en las orillas de mi camino, desmoronadas, hechas polvora, porque lo había logrado, había no sólo derribado, si no destruido por completo aquellos obstáculos impuestos en mi camino los había desmoronado tomándo lo valioso de aquellas pruebas, los diamanates de aquellas rocas, aprendiendo. Y finalmente lo había logrado, había escalado aquella montaña que yo me había creado, habia derribado barreras y había seguido mi propio camino, a mi manera, con mis valores, con mis creencias. Y ahora al poder ver aquella escena sentía como mi pecho se estrujaba y mi corazón paraba, porque lo había logrado y me sentía orgullosa, sabía que ere capáz de eso y mucho más, por eso, al voltear de nuevo y enfrentar mi futuro estaba segura de que a pesar de ver todo blanco, ahora tenía frente a mi una nueva hoja, lista para ver que trasaría en ella, sin importar cuan díficil o cuantos errores cometiera en el camino, ahora estaba segura de que, si me concentraba en el cometido, lo volvería  a lograr, una y mil veces más.

martes, 24 de mayo de 2011

¿Extraño limbo?

Imagen obtenida de: http://www.elmanana.com.mx/notas.asp?id=80779


Siempre decimos "Felicidades!" cada vez que alguien comienza una relación, conoce a alguien, se casa... Y justo esta tarde me puse a pensar sobre ese "Felicidades"
¿Qué es exactamente lo que felicitamos? 
Creo firmemente que el amor es grandioso, le da sentido a nuestra vida, en muchos sentidos nos libera, y por supuesto que estar junto a la persona por la que te preocupas, quieres y vivir momentos inolvidables con ella es una de las experiencias más bellas en esta vida, sin importar que pase después, el amor llena y libera. Pero, ¿Qué es en realidad lo que felicitamos? 
¿Porqué en nuestra sociedad le tenemos tanto miedo a la soledad?
A veces siento que el felicitar a alguien por tener novio o estar apunto de casarse se ha convertido en un grito desesperado de decir "Que bueno!! Ya no estarás solo" lo contrario pasa cuando eres soltero las personas te miran tristemente y no dicen nada. Y es curioso, porque conozco pocas personas que esten solos por decisión propia. Muchas solteras dicen que "buscan y esperan" a la pareja ideal, entonces podemos inferir que estan solas por falta de propuestas, en cambio cuando me encuentro con esas pocas personas brillantes, hermosas, carismáticas, a las que les llueven las propuestas y están "orgullosamente solas" me sorprende y me alegra. No me alegra, aclaro de nuevo, porque no crea en el amor, porque sienta que las parejas no funcionan, pero me alegro porque estas personas han entendido que hay que conocernos y amarnos para poder conocer y amar. Porque, muchas veces debemos darnos nuestro tiempo para poder llegar a nuestras metas, a un conocimiento pleno y profundo de nuestra persona para podernos entregar desinteresadamente a otra, estando consientes que una relación es de sacrificios y donación, que cuando existe una pareja ya no se habla de un "tu y yo" sino de un "nosotros" y para llegar a esta clase de relación se requiere madurez total de las dos partes. Y es por eso que la soltería no es un estado de limbo en el que estas "mientras encuentras a alguien", la soltería es un estado que debes aprovechar para autodescubrirte, para encontrar respuestas a tus preguntas y para poder entender que el amor y el compromiso va mucho más allá de pasarla bien. Que una pareja no esta obliga a ser, que no es una norma que todos debamos de cumplir y que al quedarnos solos nuestro principal objetivo es encontrar a alguien más, no. La soltería es el estado en que cada humano llega al mundo, no es mucho más que eso, es vivir tu vida regularmente, llegando a un profundo conocimiento propio y encontrar cual es tu propósito, para después compartir tu camino y derribar los obstáculos que se levanten ante tus metas junto aquella persona que amas, que nació para tí, que devuelve tu amor. 
Pero de nuevo, no porque se requiera, si no porque quiera.

jueves, 19 de mayo de 2011

Encontrar el valor

Imagen tomada de: www.vetselv.blogspot.com/2011/02/vacia.html

En estos días, todo lo que sentía era un vació en mi interior, desesperación total. Me sentía como león enjaulado que quiere hacer todo a la vez, correr, saltar, buscar, escapar... Escapar de mi propio vacío, poder salir de ese abismo que me consumía poco a poco, que me ocultada todo rayo de luz y mientras más me hundía, más pataleaba, más hacía, mi vida más rápido iba. 
Justo como una avalancha de sucesos, sí justo así. Sentía como si estuviera en la cima de la montaña y de pronto caía y no podía parar, cada vez más nieve corría conmigo arrastrándome, sin dejarme parar, sin dejarme pensar o meditar sobre lo que sucedía.
Nadaba en el denso y sofocante mar de la superficialidad, corría por la vida sintiendo que lo que tenía era más que suficiente, sin cuestionarme, sin buscar nada mejor. Me distraje por aquel metal luminoso que brillaba ante mis ojos, justo frente a mi alcance, sencillo, lamentablemente aquel metal luminoso resulto ser tan valioso... como un pedazo de aluminio. Sí muy brilloso, es más, deslumbrante, alcanzable, sencillo, se ponía en mi camino, a mis pies sin que hiciera algún esfuerzo. Me sentía perdida, pues al alcanzar aquel metal brilloso, no sentía nada, ni satisfacción, ni aquella vibración de éxito cuando consigues eso por lo que luchaste. Y entonces me di cuenta que ese mar superfluo que me arrartraba por la vida era lo que me hacía sentir ese vacío en mi corazón, recordé todo lo que antes significaba algo para mi, esa luz que deslumbraba mi vida, pero no a simple vista, no aquella luz que se ponia justo frente a mi, no la que me gritaba para que la encontrara, si no, aquella luz silenciosa, muda, que aguardaba sigilosa y cobriza mi llegada, que me esperaba, porque yo estaba destinada, pero que acechaba paciente mi tiempo, que entendia que encontrar un diamante no es facil porque estan bien escondidos, porque para llegar a él, el camino es irregular, muchas veces frustrante y una vez que lo encuentras, no podrás ver su resplandor a simple vista, tendrás que trabajarlo, refinarlo, pulirlo para comprender su verdadero valor para ver el verdadero brillo, para deslumbrarte a ti misma con el sentimiento de que lo haz logrado, que esta hecho, que lo conseguiste por tu propia mano, con tu propio esfuerzo, que no se te dio en bandeja de plata y que justo por eso es valioso, porque te diste a la tarea de descubrir su valor y no sólo percibir el supuesto valor. Porque aquellas cosas que valen son las que tardas en encontrar, no porque sea dificil, quizas estuvieron siempre frente a ti, pero no salieron a tu encuentro hasta te propusiste a descubrir su verdadero valor.

martes, 10 de mayo de 2011

Con una chispa...

Imagen tomada de: http://www.siporcuba.it/cc-qua-sandra.htm
Entonces en el mundo cayó una chispa, 
un pequeño destello que iluminó a la humanidad.
Aquel fuego, que comenzó como centelleo,
devoró todo lo que vio a su paso,
consumiendo cada una de las almas en la tierra,
abrazando con sus llamas cada cuerpo,
confortando con su calor cada corazón.
Y en aquella cortina de rojos resplandecientes
y amarillos fulgores,
una figura apreció,
con unos pies firmes en la tierra, 
delicados, finos y fuertes a la vez,
capaces de recorrer el mundo entero,
capaces de saltar y correr más de mil kilómetros
por aquellos que ama.
Sostenidos por un par de piernas contorneadas,
pero a la vez tan pequeñas y delgadas,
de nuevo, tan delicadas, 
pero que podrían mantener el mundo rodando,
tan sólo con su fuerza.
Unas caderas anchas, seguidas por un vientre,
un hogar, una morada para el ser humano.
Cinturas pequeñas, finas y sensibles
que armonizaban aquel cuerpo,
guiando al pecho,
a la guarida de aquel órgano
capaz de palpitar cien veces por minuto,
capaz de conservar la nítida imagen 
de cada cara, de cada hijo,
de cada ser.
Capaz de amar y perdonar,
piadoso y riguroso a la vez,
sensible y bondadoso,
pero maduro y conocedor,
un erudito de la historia de la humanidad,
un estudioso del comportamiento humano.
Un corazón que conoce y predice cada acción,
del hijo, del ser humano. 
Un cuello delgado y largo que soporta
la cabeza y aquel cerebro, de la mujer
inteligente, sabia, comprensiva e intuitiva
y toda esta maravilla, 
adornada con una bella cara,
de facciones finas, 
mejillas altas y rodando por aquellas,
una pequeña gota cristalina,
derramada por amor.
Con ojos grandes y brillosos.
Brillosos por contener esa chispa de conocimiento 
esa chispa que devoró al universo,
esa chispa más grande que cualquier sentimiento en la tierra:
El amor de una madre.

viernes, 6 de mayo de 2011

Miedo . . .

Imagen tomada de: http://formosacapital.olx.com.ar/theta-healing-psicologia-holistica-miedos-fobias

¿A qué le temes? ¿Cuáles son tus miedos?¿Tu peor pesadilla?
La mía... Mis temores.... Le tengo miedo: 

A Todo

Y esa es la verdad, cada cosa que hago, sin importar que tan grande sea o que tan usual... siempre hay algo de toda experiencia que vivo que me aterra, siempre hay algo a lo que le temo: a la incertidumbre, al fracaso, a lo que piensan los demás de mi, a lo que me es permitido hacer y a lo que no. 

A todo eso le temo, mas no me detiene.

Por que no, yo no veo al temor como un enemigo si no como un fuerte aliado. Muchas personas dicen que todo tiene perspectivas, puedes ver el mismo vaso medio lleno o miedo vacío, todo depende de como TÚ lo quieres ver.

Y a mi me gusta ver las cosas "medio llenas".  Y sí, le temo a todo, te aseguro que tu también crees tener más temores que fortalezas, pero el secreto.... El secreto no es quedarte satisfecho con reconocer todas aquellas cosas a las que les temes, creer "que son parte de ti".
El secreto esta en tomar esos temores como desafíos y en lugar de conformarte, confortarte, impulsarte, hacerlos un reto. Identificar esos miedos para vencerlos, para ganarles, para no dejarlos crecer y tener más poder sobre ti. 
Por que sí, el temer y quedarte en el temor es perder dominio sobre ti mismo, porque ahora tu no tomas las decisiones de lo que harás, las toman tus temores.
En cambio, si reconoces esas debilidades y las confrontas para poder hacerte más poderoso, más dueño de ti....

Entonces crecerás, encontrarás que no es de débiles el tener miedo, es de débiles el decidir no hacer caso a tus miedos y dejarlos como parte de ti sin prestarles la mayor atención.

martes, 3 de mayo de 2011

Fracasos

Imagen tomada de: www.ecobachillerato.com/blog6/uploaded_images/fracaso_escolar590-742257.jpg
Tu podrás entenderme bien,  la situación es esta: Nos pasamos la vida buscando la respuesta a muchos de nuestros conflictos, para evitar ese eterno enojo con la vida y esa infinita amargura que a veces sentimos hacia aquello que perdimos.  
Cada que las cosas salen mal no sólo nos desalentamos y sentimos que no importa todo el esfuerzo que hayamos puesto, que no importa que hayas dado todo de ti por el simple hecho de cumplir tu cometido. No valió la pena, todo fue un fracaso, no lograste lo que te propusiste. 
Y creo que ese es justo uno de los peores sentimientos, cuando crees que fallaste. 
Es un sentimiento tan desgarrador que todo ser humano quiere cubrirlo. 
Es el dejar de sentir que el fracaso fue tuyo y la solución más sencilla para enmascarar aquel sentimiento de fracaso interno, es no hacerlo propio, sino ajeno. Con esto quiero decir que una vez que hemos visto cuanto duele perder todo por lo que hemos luchado, queremos hacer cómplices a los demás, queremos quitar de nosotros ese sentimiento de fracaso y es cuando comenzamos a justificar que no fue culpa sólo nuestra, si no que existieron diversos factores que jugaron en contra de ti. 
Que las demás personas son las culpables. 
Y te frustras más, por que ahora te hiciste  creer que no estaba en tu control el cambiar la situación, porque ahora tu enojo no solo es interior, si no que estamos consumidos por el sentimiento de fracaso más aquel rencor que le tienes a todos aquellos que culpaste por tu propio error.
¿Y saben? Aunque si, es una respuesta casi natural, inconsciente también, es lo peor que puedes hacer.
Porque  al decirte a ti mismo que no tuviste el control, que no tuviste el poder de cambiar, tan sólo te programas para decidirte a jamás tomar las riendas de la situación. Te amargas pensando en "que hubiera pasado si los demás hubieran actuado de tal forma o de otra". Te torturas pensando que nada esta a tu alcance, cuando la realidad... La realidad es que todo esta a tus pies, la realidad es que eres el amo y señor de tu vida, el único capaz de hacer cambios trascendentales o quedarte en la mediocridad. La realidad es que cualquier cosa que pase en tu vida, tuvo que ver contigo, por lo tanto tuviste la oportunidad de influir en aquella situación que te atormenta por creer que los demás lo pudieron cambiar. La realidad es que nadie te puede cambiar, si tu mismo no quieres cambiar.